El autismo es un trastorno del neurodesarrollo que afecta la comunicación e interacción social. Conoce aquí los tipos, causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento de este condición.
¿Qué es el autismo?
El autismo, también llamado Trastorno del Espectro Autista (TEA), se caracteriza por:
- Dificultades en la comunicación e interacción social
- Patrones de comportamientos, intereses y actividades restringidos y repetitivos
- Síntomas que aparecen en etapa temprana del desarrollo
- Abarca un espectro de síntomas y niveles de afectación, de leve a grave. Cada persona presenta combinaciones únicas de retos y habilidades.
Tipos y grados de autismo
Existen 3 niveles según gravedad:
Autismo leve o de alto funcionamiento
- Puede hablar con fluidez pero le cuesta socializar.
- Tiene intereses obsesivos.
- Puede estar en escuela regular con apoyos.
- Ejemplos: Síndrome de Asperger, autismo de alto funcionamiento.
Autismo moderado
- Lenguaje limitado, habla simple.
- Conductas repetitivas más notorias.
- Dificultad para cambios de rutina.
Autismo grave
- Poco o nulo lenguaje oral.
- Conductas auto-lesivas o agresivas.
- Gran apoyo para actividades cotidianas.
Otros tipos específicos:
- Autismo atípico: diferencias sutiles en interacción social.
- Autismo no verbal: no desarrollan lenguaje oral.
- Síndrome de Asperger: autismo leve sin retraso cognitivo ni del habla.
- Autismo regresivo: pierden habilidades sociales y del habla adquiridas.
Síntomas y características
Los síntomas se agrupan en 2 áreas principales:
Dificultades de comunicación e interacción social
- Poco contacto visual.
- Problemas para entender gestos, expresiones faciales.
- Falta de interés en otros niños o en hacer amistades.
- Retraso en desarrollo del habla o pérdida del habla.
- Lenguaje repetitivo.
- No inicia ni responde a interacciones sociales.
Patrones de comportamiento restringidos y repetitivos
- Apego excesivo a rutinas y resistencia al cambio.
- Movimientos repetitivos como balanceo o aleteo de manos.
- Intereses obsesivos en temas específicos.
- Hiper o hipo sensibilidad a sonidos, texturas, sabores u olores.
- Conductas auto-lesivas como morderse o golpearse.
Otros posibles síntomas: agresividad, hiperactividad, dificultades sensoriales, problemas de sueño, ansiedad.
Causas y factores de riesgo
Las causas exactas se desconocen. Se considera provocado por una combinación de factores genéticos y ambientales que afectan el desarrollo cerebral temprano.
Factores de riesgo:
- Antecedentes familiares de autismo.
- Prematuridad.
- Exposición prenatal a valproato u otras drogas.
- Edad avanzada de los padres.
- Síndromes genéticos como X frágil.
No hay evidencia que relacione al autismo con vacunas, alimentación o crianza de los padres.
¿Cómo se diagnostica el autismo?
Usualmente se detecta antes de los 3 años al notar retrasos en el habla o comportamientos atípicos.
El diagnóstico lo realiza un pediatra o psiquiatra infantil mediante:
- Observación del comportamiento en interacciones sociales.
- Entrevistas a padres sobre antecedentes y desarrollo.
- Pruebas de comportamiento.
- Descartar otros problemas médicos o genéticos.
No existe un examen médico para detectarlo. El diagnóstico se basa en el comportamiento.
Tratamiento y terapias disponibles
No existe cura, pero varias terapias ayudan a mejorar habilidades de comunicación e interacción:
- Terapia ocupacional: Refuerza motricidad fina y percepción sensorial.
- Terapia del habla: Mejora el habla y lenguaje.
- Terapia ABA: Modifica conductas y refuerza positivamente.
- TEACCH: Estructura y anticipa entorno para disminuir ansiedad.
- PECS: Sistema de comunicación por intercambio de imágenes.
- Musicoterapia: Desarrolla interacción social y expresión emocional.
- Medicamentos: Para síntomas específicos de ansiedad, depresión o hiperactividad. Deben ser prescritos por un psiquiatra.
Con intervención temprana e intensiva, muchos niños mejoran lenguaje, habilidades cognitivas y de adaptación social.
Recursos útiles para familias
- Terapias individuales y grupales: Ayudan en el manejo de comportamientos, ansiedad y habilidades sociales.
- Talleres para padres: Comprender mejor el autismo y estrategias para reforzar aprendizaje en casa.
- Apoyo en la escuela: Adaptar materiales y entorno de aprendizaje a necesidades particulares.
- Grupos de apoyo: Compartir experiencias y reducir sensación de aislamiento.
- Tecnología asistencial: Dispositivos de comunicación alternativa, aplicaciones interactivas de aprendizaje y más.
Con la red de apoyo adecuada, es posible mejorar notablemente la calidad de vida de niños autistas y sus familias.
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