Si estás buscando la técnica de la tortuga, el cuento y cómo utilizarla para aprender autocontrol emocional, has llegado al lugar adecuado. En este artículo te explico qué es la técnica de la tortuga, sus fases (cuento, ejemplos, actividades), y cómo aplicarla eficazmente para fortalecer el autocontrol emocional.
¿Qué es la técnica de la tortuga?
La técnica de la tortuga es una estrategia de regulación emocional para niños (3‑7 años) creada por Schneider & Robin (1990). Utiliza la metáfora de la tortuga que se esconde en su caparazón cuando se siente amenazada, enseñando al niño a detenerse, relajarse, pensar y actuar con autocontrol.
1. Origen y fundamentos teóricos
Surge de la psicología infantil y la autorregulación emocional; promueve el desarrollo del cerebro racional frente al impulsivo.
2. ¿Por qué funciona?
- Metáfora clara y visual (call to action: “mete la cabeza como tortuga”)
- Desarrollo del autocontrol interno
- Refuerzos positivos para consolidar el aprendizaje

Fases de la Técnica de la Tortuga
Estructurada en 4 fases principales, aquí explico cada una:
- Contar el cuento de la tortuga (fase narrativa): Se relata una historia, una tortuguita que se enoja y su tortuga sabia le aconseja: “si te enojas, métete en tu caparazón”. Puede adaptarse a la edad del niño.
- Postura física: Parar y esconderse: El niño imita a la tortuga: cierra brazos, encoge cabeza – una pausa consciente para evitar impulsos.
- Respiración y relajación: Dentro del caparazón, respira suave, abdominalmente, contando lentamente — esto disminuye la activación fisiológica.
- Pensamiento y solución: El niño nombra su emoción, piensa alternativas y, cuando está calmado, sale del caparazón para resolver la situación asertivamente.
Beneficios clínicos
- Control de impulsos y rabietas: Reduce las conductas disruptivas, mejora la interacción social y disminuye rabietas y agresividad.
- Desarrollo de la autorregulación emocional: Promueve conciencia emocional, lenguaje interno y toma de decisiones conscientes .
- Mejora del autoestima y autonomía: El niño se siente capaz de manejar sus emociones por sí mismo, lo que refuerza su confianza .
Ejemplos reales de aplicación
Cuento adaptado ejemplo
“Tortuguita estaba muy enojada en clase…”, sigue narrando, dialogando sobre qué haría el niño en esa situación.
Situaciones cotidianas
– Al perder un juguete: decir “¡Tortuga!”, usar la postura, respirar, pensar y pedir apoyo.
– En discusiones con hermanos: aplicar la técnica antes de atacar o gritar.
Actividades para practicar
- Juegos simbólicos: Role‑play familiar o escolar usando la señal “Tortuga” y premiando la postura y autocontrol.
- Materiales de apoyo: Pegatinas, carteles, sellos con tortuga para reforzar las conductas positivas.
Adaptaciones según edad o contexto
Para niños mayores (más de 7 años)
Se usa palabra clave (“Stop”) y se retiran metáforas infantiles, manteniendo el proceso Parar‑Relajar‑Pensar.
En contextos educativos o terapéuticos
Se enseña colectivamente: ejercicios dirigidos, provocaciones controladas y refuerzo comunitario para generalizar la técnica.
Evidencia y respaldo clínico
- Deriva del método Schneider & Robin (1990) y se ha integrado en programas de autorregulación.
- Investigaciones indican reducción en rabietas y mejora del autocontrol en preescolares y niños con TDAH.
Cómo implementarla en casa o en consulta
En casa (padres)
- Leer el cuento juntos.
- Practicar la postura y respiración cuando estén tranquilos.
- Usar la señal “Tortuga”.
- Reforzar con elogios y pegatinas.
En consulta o aula
- Introducir en grupo la historia y su metáfora.
- Practicar la secuencia con role‑play.
- Realizar “provocaciones” seguras y ofrecer refuerzos.
- Realizar seguimiento para ver progresos.

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Posibles limitaciones y precauciones
- Evitar un uso meramente represivo: el objetivo no es inhibir emociones, sino gestionarlas constructivamente.
- No sustituye intervención clínica en casos de TDAH grave o trastornos severos. Es una herramienta psicoeducativa.
La técnica de la tortuga es una herramienta poderosa y efectiva para enseñar autocontrol emocional en infancia. A través de metáforas, posturas, respiración y resolución de problemas, promueve habilidades como autorregulación, empatía, responsabilidad y autoestima. Fundamentada en psicología clínica y con evidencia positiva, resulta ideal para uso familiar y escolar. Te invito a incorporarla en tu práctica o en tu hogar: verás cómo los niños desarrollan una poderosa habilidad de parar, pensar y actuar con claridad emocional.