Qué son y cómo se clasifican las emociones
Las emociones juegan un papel central en la vida de los seres humanos. Nos permiten adaptarnos al entorno y relacionarnos con otros. Existen distintos tipos de emociones que se pueden categorizar en primarias o básicas y emociones secundarias.
A continuación analizamos en qué consisten estos dos grandes grupos de emociones, sus principales características y ejemplos de cada uno.
¿Qué son las emociones primarias o básicas?
Las emociones básicas, también llamadas primarias, son reacciones innatas con las que nacemos y que están asociadas a funciones de supervivencia y adaptación.
Se considera que son universales, es decir, que todos los humanos las experimentamos independientemente de la cultura. Su expresión también es innata y se manifiesta a través de expresiones faciales distintivas.
Entre las emociones básicas más reconocidas por expertos como Ekman, Izard y Plutchik se encuentran la Ira, el miedo, la alegría, la tristeza, el asco, la sorpresa.
Estas emociones primarias serían parte de nuestro equipaje evolutivo, cada una con un propósito adaptativo importante.
Ejemplos de emociones primarias
- Ira: ante una amenaza o transgresión a nuestros intereses.
- Miedo: al percibir peligro físico o psicológico.
- Asco: ante cosas que nos parecen repugnantes o nocivas.
- Alegría: al conseguir objetivos deseados o al compartir con seres queridos.
- Tristeza: ante una pérdida significativa.
- Sorpresa: cuando ocurre algo inesperado que rompe nuestras expectativas.
Características de las emociones primarias
Las principales características de las emociones básicas son:
- Universales e innatas: se presentan en todas las culturas desde el nacimiento.
- Involuntarias: surgen automáticamente ante ciertos estímulos.
- Breves: duran poco tiempo, de segundos a unos pocos minutos.
- Intensas: suelen experimentarse en alto grado.
- Distintivas: tienen manifestaciones faciales y corporales propias.
- Adaptativas: cumplen una función evolutiva de supervivencia.
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¿Qué son las emociones secundarias?
Las emociones secundarias no son innatas, se aprenden durante la vida en base a las experiencias de cada persona. Surgen a partir de combinaciones de diferentes emociones básicas.
Algunos ejemplos de emociones secundarias son:
- La culpabilidad: Imagina que prometiste a tu amigo que lo ayudarías a mudarse el fin de semana, pero al final no pudiste ir. Te sientes mal por haberle fallado y por no haber cumplido con tu palabra. Esa sensación de malestar es la culpabilidad.
- Los celos: Supongamos que tu pareja está hablando con alguien más y te sientes incómodo al respecto. Los celos son una emoción secundaria que surge de la inseguridad y la falta de confianza en la relación.
- La nostalgia: Si alguna vez has mirado una foto antigua y te has sentido triste por los recuerdos que evoca, entonces has experimentado la nostalgia. Esta emoción secundaria surge de la añoranza por momentos o personas del pasado.
- La esperanza: Imagina que estás esperando los resultados de un examen importante. Aunque no sabes qué tan bien te fue, tienes la esperanza de que hayas aprobado. La esperanza es una emoción secundaria que surge de la incertidumbre y la necesidad de tener una actitud positiva ante el futuro.
- El orgullo: Si alguna vez has logrado algo que te parecía difícil o has recibido un reconocimiento por tu trabajo, entonces has experimentado el orgullo. Esta emoción secundaria surge de la satisfacción personal y la sensación de haber hecho algo valioso.
- El alivio: Imagina que has estado preocupado por algo durante mucho tiempo y finalmente se resuelve de manera positiva. La sensación de alivio que sientes es una emoción secundaria que surge de la liberación de la tensión acumulada.
- La vergüenza: Supongamos que cometiste un error en público y te sientes avergonzado por ello. La vergüenza es una emoción secundaria que surge de la necesidad de mantener una buena imagen ante los demás.
- El remordimiento: Si alguna vez has hecho algo que sabes que está mal y te sientes mal por ello, entonces has experimentado el remordimiento. Esta emoción secundaria surge de la necesidad de reparar el daño causado y de la culpa por haber hecho algo mal.
Características de las emociones secundarias
Las principales características de las emociones secundarias son:
- Aprendidas: se desarrollan con las experiencias de vida.
- Más duraderas: pueden persistir por horas, días o semanas.
- Menos intensas: la intensidad suele ser menor que las emociones primarias.
- Más complejas: surgen de combinar varias emociones básicas.
- Sin expresiones distintivas: no tienen manifestaciones faciales únicas.
- Socioculturales: están influidas por el entorno y la cultura de cada persona.
Las emociones, tanto las básicas como las secundarias, son reacciones que cumplen un rol esencial para la supervivencia y la vida en sociedad. Aprender a reconocerlas e interpretarlas es clave para nuestro bienestar emocional.
Preguntas relacionadas a las emociones primarias y las emociones secundarias
Las 7 emociones básicas son ira, miedo, alegría, tristeza, asco, sorpresa y desprecio. Son universales y fundamentales para la experiencia humana.
Paul Ekman fue el psicólogo pionero que propuso las 6 emociones básicas: ira, miedo, alegría, tristeza, asco y sorpresa. Su investigación revolucionaria ha sido fundamental en el estudio de las emociones.
Las emociones son respuestas psicofisiológicas automáticas a estímulos internos o externos. Son importantes porque nos ayudan a adaptarnos al entorno, tomar decisiones y relacionarnos con otros.
Las emociones son el resultado de procesos bioquímicos y neurales en el cerebro, que interpretan estímulos sensoriales y evalúan situaciones para generar respuestas adecuadas.
Las emociones son respuestas automáticas e instantáneas, mientras que los sentimientos son interpretaciones conscientes de esas respuestas. Las emociones son más básicas y universales, mientras que los sentimientos son más complejos y personales.