Crisis ataque de estres

Crisis de estrés y ataques de estrés: síntomas, causas y cómo actuar

El estrés es la respuesta natural de nuestro organismo ante situaciones amenazantes. Pero cuando se vuelve crónico, puede derivar en episodios repentinos conocidos como crisis o ataques de estrés. Reconocerlos es clave para preservar nuestro bienestar.

A continuación analizamos los síntomas, posibles causas y formas saludables de manejar estas manifestaciones intensas de estrés.

Síntomas de una crisis de estrés

Una crisis de estrés consiste en un episodio súbito de ansiedad y angustia abrumadora, usualmente por acumulación de estrés. Los síntomas pueden incluir:

Físicos:

  • Opresión en el pecho
  • Taquicardia y palpitaciones
  • Hiperventilación
  • Adormecimiento y hormigueos
  • Sudoración fría
  • Temblores y tics nerviosos
  • Nauseas, mareos

Psicológicos:

  • Sensación de pérdida de control
  • Pensamientos catastróficos
  • Incapacidad de concentrarse
  • Desesperanza, negatividad
  • Percepción distorsionada de la realidad

Conductuales:

  • Inquietud, incapacidad de relajarse
  • Deseos de huir de la situación
  • Cambios bruscos de humor
  • Tendencia al aislamiento social

Síntomas de un ataque de estrés

El ataque de estrés comparte los mismos síntomas, pero suele ser más intenso, llegando incluso a pensar que se sufrirá un infarto o se morirá. La sensación de catástrofe inminente es aún mayor.

Causas posibles

Algunos desencadenantes frecuentes son:

  • Ritmo de vida estresante y agotador
  • Frustración por no alcanzar metas u objetivos
  • Problemas económicos graves
  • Conflictos y rupturas de pareja
  • Muerte o enfermedad de un ser querido
  • Bullying laboral o inestabilidad en el trabajo
  • Presiones y exigencias familiares abrumadoras

Formas saludables de manejar estas crisis

  • Respiración profunda para activar la calma.
  • Ejercicios de relajación muscular progresiva.
  • Salir a caminar y tomar aire fresco.
  • Pensar en algo agradable para distraer la mente.
  • No reprimir el llanto, hablarse positivamente a uno mismo.
  • Contactar a un ser querido para buscar apoyo.
  • Realizar actividad física para liberar tensiones.
  • Evitar cafeína, alcohol, drogas y estimulantes.

Ante crisis frecuentes, acude a terapia para aprender a manejar subyacentes y prevenir recurrencias. No lo pospongas.


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por la psicóloga

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