Sufrir un ataque de ansiedad puede ser una experiencia aterradora. La sensación de que estás perdiendo el control o te va a dar un infarto es abrumadora. Entender qué son, por qué se producen y cómo manejarlos es clave para reducir su impacto.
¿Qué es un ataque de ansiedad?
Un ataque de ansiedad es un episodio repentino de miedo intenso y malestar físico que surge aparentemente “de la nada”. También se conoce como crisis de angustia o de pánico.
Ocurre cuando el cuerpo entra repentinamente en un estado de activación como si hubiera peligro real, aunque no exista ninguna amenaza. Se desencadena lo que se conoce como “respuesta de lucha o huida”.
Los síntomas pueden durar de 5 a 20 minutos generalmente y tienden a alcanzar su punto máximo rápidamente.
Tipos o variantes de ataques de ansiedad
Existen varios tipos de ataques de pánico, entre ellos:
- Ataques inesperados
Ocurren en cualquier momento sin gatillar previo. Son los más comunes. - Ataques situacionales
Se desencadenan en ciertas situaciones como viajar en auto, sitios cerrados, multitudes, etc. - Ataques nocturnos
Despiertan de noche con ataque de pánico. Pueden estar asociados a pesadillas. - Ataque de ansiedad limitado
Solo presentan 1 o 2 síntomas intensos como palpitaciones o sensación de desmayo. - Ataques de pánico prolongados
Duran más de 30 minutos. Requieren atención médica urgente.
Entender los distintos tipos permite reconocer mejor tus experiencias e informar al médico para recibir el tratamiento más efectivo.
¿Cuáles son los síntomas de un ataque de ansiedad?
Los ataques de ansiedad involucran síntomas tanto físicos, conductuales como mentales:
Síntomas físicos
- Taquicardia, palpitaciones o dolor en el pecho
- Hiperventilación, sensación de ahogo o falta de aire
- Temblores, escalofríos o tics nerviosos
- Sudoración, sofocos o frío intenso
- Náuseas, mareos, hormigueo en manos o pies
- Entumecimiento u hormigueo en labios, lengua y dedos
Síntomas conductuales
- Inquietud, incapacidad de quedarse quieto
- Deseo intenso de escapar de la situación
- Evitación de lugares o situaciones vinculadas al ataque
Síntomas mentales
- Sensación intensa de que se está perdiendo el control
- Temor a morir, enloquecer o sufrir un infarto
- Desrealización y sensación de irrealidad
- Temor a futuros ataques de ansiedad
Cada persona puede experimentar diversos síntomas en distintos grados de intensidad. Reconocerlos es clave para identificar un ataque de ansiedad.
¿Los ataques de ansiedad te impiden vivir plenamente? Entiendo lo abrumador que puede ser y estoy aquí para ayudarte. Con terapia psicológica, te guiaré para comprender y manejar tus síntomas, recuperando el control de tu vida. Sesiones online personalizadas y confidenciales. Juntos podemos lograrlo.
¿Por qué ocurren los ataques de ansiedad?
Hay varios factores que pueden desencadenar ataques de pánico, entre ellos:
- Alteración de los neurotransmisores
Cambios en los niveles de serotonina y noradrenalina en el cerebro están vinculados a los ataques. - Genética
Existe mayor predisposición en quienes tienen familiares con trastornos de ansiedad. - Eventos estresantes
Periodos de mucho estrés como divorcio, duelo, desempleo o pandemias los pueden desencadenar. - Traumas
Experiencias muy angustiantes como abuso, accidentes o bullying están asociados. - Consumo de drogas y alcohol
El consumo excesivo puede provocar ataques al alterar los neurotransmisores. - Otras enfermedades
Problemas cardíacos, tiroideos, respiratorios o neurológicos pueden desencadenarlos en algunas personas.
Los ataques de ansiedad son manejables. Identificar desencadenantes y recibir ayuda te permitirá reducir frecuencia e intensidad.
Preguntas frecuentes sobre ataques de ansiedad
Respira profundo y lento, cuenta hasta 10, exhala. Reconoce que es un ataque de ansiedad, no algo peligroso. Encuentra un lugar tranquilo, si es posible.
Practica la autoconciencia para detectar signos tempranos. Implementa técnicas de manejo del estrés como el ejercicio. Considera hablar con un profesional para abordar la ira.
Sí, son relativamente comunes debido a cambios hormonales. Habla con tu médico sobre opciones de manejo.
No, aunque es aterrador, los ataques no son mortales. Busca ayuda si experimentas ataques recurrentes.
Practica la respiración profunda y mindfulness. Identifica tus desencadenantes y trabaja en ellos. Considera terapia o técnicas de relajación.