El aislamiento social en adultos mayores es un desafío global que impacta profundamente el bienestar físico, emocional y mental. A medida que envejecemos, los cambios en la vida pueden llevarnos a una falta de contacto social significativo, afectando nuestra calidad de vida. Pero, ¡hay esperanza! En este artículo, descubrirás las causas, consecuencias y estrategias efectivas para combatir este problema.

¿Qué es el aislamiento social en adultos mayores?
Aunque a menudo se usan indistintamente, el aislamiento social y la soledad son conceptos diferentes:
- Aislamiento social: Se refiere a una falta objetiva de conexiones sociales. Implica tener una red pequeña de relaciones familiares y no familiares, y, en consecuencia, pocas o infrecuentes interacciones con las personas del entorno. Es una situación medible por la cantidad de contactos.
- Soledad: Es un sentimiento subjetivo de malestar o distrés que surge de una discrepancia entre las conexiones sociales deseadas y las reales. Puedes estar rodeado de personas y sentirte solo si tus interacciones no cumplen tus expectativas.
Ambos pueden presentarse a cualquier edad, pero en la vejez pueden ser más prevalentes o exacerbarse debido a factores biopsicosociales.
Causas del aislamiento social en el adulto mayor: ¿Por qué ocurre?
El aislamiento en adultos mayores no surge de la nada; es el resultado de una compleja interacción de factores. Identificar las causas del aislamiento social en el adulto mayor es el primer paso para abordarlo:
- Pérdida de seres queridos: El duelo por la muerte de la pareja, familiares y amigos cercanos es una de las causas más frecuentes y dolorosas, llevando a un aislamiento prolongado.
- Dificultades de movilidad: Problemas para moverse, acceder a transporte o desplazarse a lugares públicos limitan significativamente la interacción social, especialmente en entornos rurales.
- Condiciones de salud crónicas: Enfermedades, problemas de visión o audición, deterioro cognitivo (como la demencia) y otras patologías pueden afectar la capacidad de socializar con normalidad.
- Cambios en el estilo de vida: La jubilación, mudanzas a entornos nuevos (especialmente si se desconoce el idioma), o cambios bruscos en las rutinas pueden alterar las redes sociales existentes.
- Problemas financieros: La ausencia de medios económicos puede dificultar el acceso a actividades sociales, cursos o programas que fomentan la interacción.
- Ser cuidador de alguien: El aumento de la esperanza de vida lleva a muchos adultos mayores a convertirse en cuidadores de sus propios padres dependientes, lo que incrementa su aislamiento social.
- Vivir solo: Aunque muchos disfrutan de su independencia, la sensación de aislamiento es más frecuente en personas que viven solas.
- Barreras idiomáticas: Vivir en un lugar cuyo idioma no se domina o desconoce aumenta significativamente el aislamiento, ya que el aprendizaje es más lento en la edad avanzada.
- Discriminación: La discriminación por edad, raza, religión, ideología u orientación sexual puede disminuir drásticamente las interacciones sociales.
Consecuencias del aislamiento social en adultos mayores
Las consecuencias del aislamiento social en adultos mayores son graves y afectan múltiples facetas de su vida. No es solo un “sentimiento”, sino un riesgo real para la salud:
- Salud mental:
- Aumento significativo del riesgo de depresión, ansiedad y suicidio.
- Deterioro cognitivo: La ausencia de relaciones sociales aumenta casi en un 50% el riesgo de demencia. La soledad exacerba el declive cognitivo.
- Salud física:
- Mayor riesgo de enfermedades cardíacas (un 29% más) y accidentes cerebrovasculares (un 32% más).
- Los pacientes con insuficiencia cardíaca socialmente aislados tienen un riesgo de muerte 4 veces mayor.
- Aumento del riesgo de mortalidad prematura (incrementa en un 26% el riesgo de fallecimiento prematuro).
- Incremento del riesgo de hospitalización (68%) y de acudir a urgencias (57%).
- Menor disfrute de actividades y dificultades para mantener la independencia.
Es importante recordar que el aislamiento social incrementa el riesgo de que una persona fallezca prematuramente, no solo por el deterioro cognitivo, sino por la propia falta de auxilio ante una emergencia sufrida por una persona que vive sola.
Señales de alerta del aislamiento social
Estar atentos a las señales es crucial para identificar si un adulto mayor puede estar experimentando aislamiento social:
- Disminución en la participación en actividades sociales o familiares.
- Falta de interés en pasatiempos o actividades que antes disfrutaba.
- Menor comunicación con familiares y amigos.
- Descuido en el autocuidado y la higiene personal.
- Síntomas de depresión o ansiedad (tristeza, apatía, irritabilidad, insomnio).
- Sensación de rigidez o dificultad para moverse sin motivo aparente, limitando la salida del hogar.
Si detectas estas señales en un ser querido, ¡actúa proactivamente!
7 Estrategias para superar el aislamiento y tipos de apoyo
El aislamiento social en adultos mayores no es una condición inevitable del envejecimiento. A través de un enfoque integral que combina terapia psicológica, programas sociales, apoyo familiar y comunitario, y el uso efectivo de la tecnología, se puede fomentar una vida más conectada y plena.
- Terapia Psicológica: Desempeña un papel fundamental. Terapeutas especializados utilizan técnicas como la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) y la terapia interpersonal para ayudar a identificar y modificar patrones de pensamiento negativos, desarrollar habilidades sociales y de comunicación, y fomentar una mayor conexión con el entorno.
- Programas Sociales y Actividades Grupales: Promueven la participación en actividades enriquecedoras. Centros de día, talleres de arte, clases de baile, grupos de lectura, voluntariado, musicoterapia y juegos de memoria son excelentes oportunidades para interactuar, hacer nuevas amistades y estimular la cognición. En ciudades como Medellín, Antioquia, Colombia, existen centros culturales y residencias que ofrecen actividades socioculturales para fomentar la funcionalidad e integración.
- Apoyo Familiar y Comunitario: Es esencial. Familiares y cuidadores pueden recibir educación y capacitación para comprender mejor las necesidades de sus seres queridos. Se fomenta la participación comunitaria a través de programas de voluntariado y asociaciones locales. Es crucial que los profesionales sanitarios identifiquen a las personas en riesgo y las deriven a especialistas o asistentes sociales.
- Tecnología y Conexión Virtual: En un mundo digitalizado, la tecnología es una herramienta poderosa. La capacitación en el uso de videollamadas, redes sociales y plataformas de comunicación puede ayudar a los adultos mayores a mantenerse conectados con sus seres queridos, romper las barreras geográficas y acceder a recursos en línea.
- Fomentar las relaciones existentes y crear nuevas redes: Facilitar la comunicación con familiares y amigos (visitas, llamadas, videollamadas) y animar la inscripción en clases, talleres o grupos de interés para conectar con nuevas personas.
- Atención médica integral: Abordar problemas de salud física y mental relacionados con el aislamiento, asegurando un bienestar general que permita la interacción social.
- Comprender los Tipos de Soledad en el Adulto Mayor:
- Soledad emocional: Ausencia de una figura de apego o de una relación íntima profunda. La persona puede tener muchos conocidos, pero siente que le falta una conexión significativa.
- Soledad social: Carencia de una red de relaciones sociales significativas o de pertenencia a un grupo. La persona se siente desconectada de la comunidad.
Al comprender estas distinciones, podemos ofrecer un apoyo más específico y efectivo.
Si usted o un ser querido se enfrenta al desafío del aislamiento social, no dude en contactar a profesionales. ¡Estamos aquí para brindarle el apoyo y la atención que necesita para un futuro más conectado y pleno!
Referencias
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