Cuando una persona busca validar emociones, suele estar intentando comprender por qué siente lo que siente y cómo reconocer sus propias emociones sin juzgarse. Validar emociones no significa justificar acciones, sino aprender a darle un lugar real a lo que ocurre internamente. En este artículo te explico, desde la práctica clínica, cómo se valida una emoción y por qué este proceso transforma la salud mental.
¿Qué significa validar emociones?
A lo largo de mi experiencia clínica, he visto que validar emociones no es simplemente decir “está bien sentirte así”. Es un proceso profundo que combina reconocimiento, comprensión y aceptación del mundo interno. Es mirar la emoción como un mensaje legítimo, aunque sea incómodo, confuso o doloroso.
Validar es lo contrario a minimizar, negar o invalidar. No se trata de “superarlo”, ni de “pensar en algo positivo”, ni de comparar tu experiencia con la de otros. Validar emociones implica reconocer que lo que sientes tiene sentido dentro de tu historia, tu contexto y tu forma particular de experimentar la vida.
¿Por qué nos cuesta tanto validar emociones?
Muchas personas llegan a terapia diciendo: “Sé que no debería sentir esto”, o “Me da pena sentir así”. Ese es el resultado de años de invalidación interna o externa. Estas son algunas razones frecuentes:
1. Mensajes familiares aprendidos
Frases comunes como:
- “No llores, no es para tanto”
- “Eso no debería afectarte”
- “Hay gente peor”
van construyendo la idea de que sentir es un problema.
2. Miedo a parecer débiles
Especialmente en personas que crecieron con exigencia, se aprende que sentir equivale a perder control.
3. Confusión entre emoción y acción
Muchos creen que si validan la emoción, están justificando lo que hicieron bajo ese impulso. No es así.
4. Evitación del malestar
Algunas emociones son tan intensas que preferimos no mirarlas. Pero lo que evitamos se intensifica.
¿Cómo validar emociones?
En consulta, enseño a validar emociones de forma estructurada pero humana. Aquí te comparto el proceso adaptado para que sea sencillo, práctico y aplicable en tu día a día.
1. Nombrar lo que estás sintiendo
Validar emociones empieza por reconocerlas. Pregúntate:
- ¿Estoy triste, frustrado, ansioso, decepcionado, sobrecargado?
- ¿Qué palabra describe mejor lo que experimento?
A veces basta con decir: “Estoy sintiendo algo que me incomoda y lo quiero entender”. Nombrar reduce la intensidad emocional hasta un 40 %, según estudios de neurociencia afectiva.
2. Describir la emoción sin juzgarla
La invalidación interna suele mostrar frases como:
- “No debería sentir esto”
- “Estoy exagerando”
Validar emociones es reemplazar ese juicio por descripción:
- “Siento presión en el pecho”
- “Me siento abrumado porque las cosas no salieron como esperaba”
- “Esto me duele porque significa algo para mí”
3. Conectar la emoción con lo que la causa
Una emoción siempre tiene un origen. Puede ser un evento, un recuerdo, una necesidad no atendida o un miedo.
Ejemplo clínico: “Siento enojo porque necesitaba apoyo y no lo recibí”.
Aquí ya no hay juicio; hay comprensión.
4. Reconocer que sentir es humano
Este es uno de los pasos más terapéuticos. Validar emociones es recordarte que no estás roto, que no estás reaccionando “mal”, sino que estás funcionando exactamente como un ser humano funciona.
Frases validadoras:
- “Es lógico sentir esto después de lo que pasó”.
- “Cualquier persona en mi situación sentiría algo parecido”.
- “Tengo derecho a sentirlo”.
5. Preguntarte qué necesitas
Validar emociones no es quedarse atrapado en ellas, es entender qué necesitan comunicarte:
- ¿Necesito límites?
- ¿Necesito descanso?
- ¿Necesito hablar con alguien?
- ¿Necesito cerrar un ciclo?
- ¿Necesito apoyo profesional?
Validar abre la puerta al cuidado emocional.
6. Practicar la autoempatía
La autoempatía es reconocer tu dolor sin minimizarlo. Es decirte lo que le dirías a alguien que quieres.
Ejemplo:
“Sé que esto fue difícil, estás haciendo lo mejor que puedes”.
¿Qué ocurre cuando empezamos a validar emociones?
Validar emociones produce cambios reales, tanto psicológicos como físicos:
Cambios observados en mis pacientes
- disminución de ansiedad
- mejora en la regulación emocional
- menor reactividad en discusiones
- relaciones más sanas
- más claridad para tomar decisiones
- mayor autoestima
Cuando dejamos de pelear con nuestras emociones, empezamos a escucharlas. Y allí inicia el bienestar.
¿Cuándo buscar acompañamiento profesional?
Si te cuesta identificar lo que sientes, si pasas de la calma a la intensidad en segundos, o si tus emociones te abruman, la terapia es un espacio seguro y no juzgador.
Trabajo estos procesos desde enfoques basados en evidencia como:
- Terapia Cognitivo-Conductual
- Terapia Focalizada en la Emoción
- Enfoques de apego y regulación emocional
Validar emociones es una habilidad que se aprende, y que transforma profundamente la forma en que te relacionas contigo y con los demás.
¿Te cuesta identificar o manejar lo que sientes? Te acompaño a validar emociones, comprender tu mundo interno y fortalecer tu bienestar emocional desde una terapia clara, humana y basada en evidencia. Agenda tu sesión online y empecemos tu proceso con el acompañamiento que mereces.
Fuentes
- American Psychological Association. (2020). Publication Manual of the American Psychological Association (7th ed.). APA.
- Greenberg, L. S. (2015). Emotion-Focused Therapy. American Psychological Association.
- Linehan, M. M. (2014). DBT Skills Training Manual. Guilford Press.
- Gross, J. J. (2014). Handbook of Emotion Regulation. Guilford Press.