Como madre o padre, es natural preocuparse por el desarrollo académico de nuestros hijos. Uno de los desafíos que pueden enfrentar es la dislexia infantil, un trastorno específico del aprendizaje que afecta la capacidad de leer y escribir correctamente. Es fundamental entender que este trastorno no está relacionado con la inteligencia del niño, sino con dificultades en el procesamiento del lenguaje.
¿Qué es la Dislexia Infantil en Niños?
La dislexia en niños es una dificultad específica y prolongada en el aprendizaje de la lectura y la escritura, caracterizada por problemas en la precisión y/o fluidez en el reconocimiento de palabras, así como en la decodificación y el deletreo. Es crucial destacar que la dislexia no es el resultado de una falta de motivación, déficit sensorial, instrucción inadecuada o baja inteligencia; es una condición neurológica que afecta la manera en que el cerebro procesa y comprende el lenguaje escrito.
Estas dificultades suelen deberse a un déficit en el componente fonológico del lenguaje, lo que implica problemas para asociar los sonidos del habla con las letras y palabras escritas. En resumen, la dislexia infantil es un trastorno del neurodesarrollo con un componente hereditario significativo que perdura toda la vida, aunque puede mejorar notablemente con el apoyo adecuado.

Síntomas de la Dislexia en Niños: ¿Cómo se Manifiesta por Edad?
Los síntomas de la dislexia infantil pueden variar ampliamente de un niño a otro y oscilar entre leves y graves. A menudo, las señales pueden detectarse a temprana edad, aunque algunos niños podrían mostrar síntomas más tarde en su vida escolar.
Dislexia en Niños de 6 a 9 Años (Etapa Inicial Escolar)
En esta etapa, los niños están consolidando sus habilidades básicas de lectura y escritura. La dislexia puede manifestarse de las siguientes maneras:
- Dificultades para asociar letras con sus sonidos correspondientes: Por ejemplo, confundir la letra “b” con el sonido de la “d”, o dificultad para rimar palabras.
- Errores frecuentes al leer palabras simples: Incluso aquellas que han practicado repetidamente. Pueden omitir, sustituir (cambiar), añadir o invertir letras o sílabas (ej. leer “al” en vez de “la”).
- Lectura lenta y laboriosa: Requieren más tiempo para leer una oración o un párrafo en comparación con sus compañeros; la lectura es vacilante y con repeticiones.
- Problemas para recordar secuencias: Como el alfabeto, los días de la semana, las tablas de multiplicar o instrucciones en orden.
- Dificultades en la escritura y ortografía: Invierten letras o números, omiten letras en las palabras, tienen una caligrafía desorganizada o cometen errores en la norma ortográfica (cambios de consonantes que suenan igual, omisión de acentos o signos de puntuación).
- Dificultades en el lenguaje oral: Retraso en el habla o dificultades para pronunciar palabras correctamente (ej. “murciégalo” en lugar de “murciélago”), o problemas para recordar nombres de letras, números y colores.
Dislexia en Niños de 9 a 12 Años (Etapa Escolar Avanzada)
A medida que los niños crecen, las demandas académicas aumentan, y la dislexia puede presentarse con otros desafíos, afectando la fluidez lectora y la comprensión:
- Comprensión lectora limitada: Aunque pueden leer palabras, tienen dificultades para entender el significado global del texto, discerniendo lo principal de lo secundario.
- Problemas persistentes con la ortografía: Errores continuos, incluso en palabras comunes que utilizan con frecuencia.
- Evitan la lectura en voz alta: Pueden sentirse avergonzados, inseguros o frustrados al leer frente a sus compañeros, o incluso al evitar actividades que involucren lectura o escritura.
- Dificultades en materias que requieren lectura intensiva: Como ciencias sociales, historia o matemáticas con problemas escritos complejos.
- Baja autoestima y frustración: Pueden sentirse menos capaces que sus compañeros, lo que afecta su confianza, motivación y bienestar emocional.
- Dificultades con funciones ejecutivas: Problemas para acceder al léxico (encontrar palabras), vocabulario más bajo de lo esperado, dificultades en la planificación y organización de tareas, y tendencia al desorden.
- Pensamiento con predominio visual: Integran mucho mejor la información a través de imágenes que de palabras, por lo que aprenden mejor con técnicas de estudio que reduzcan el contenido verbal y se apoyen en lo visual (mapas mentales, esquemas).
- Posibles problemas asociados: Dificultades de lenguaje oral, problemas de motricidad fina y gruesa (dispraxia), o problemas atencionales significativos (déficit atencional).
Detección e Intervención Temprana
Detectar la dislexia en niños a una edad temprana es crucial para implementar estrategias de apoyo efectivas. Una intervención oportuna —idealmente antes de finalizar 2º de primaria— puede mejorar significativamente las habilidades de lectura y escritura del niño, así como su autoestima, motivación y bienestar emocional. La detección precoz es esencial para reducir la gravedad del trastorno y evitar las consecuencias emocionales negativas que comporta una dificultad de aprendizaje no identificada.
Señales de alerta para padres
Como padres, es fundamental estar atentos a las siguientes señales, y si sospechas algo, hablar con la escuela y buscar la evaluación de un profesional especializado:
- Retraso en el desarrollo del habla: Si el niño tardó en comenzar a hablar o tiene dificultades para pronunciar palabras.
- Problemas para rimar palabras: La incapacidad para identificar o crear rimas puede ser un indicador temprano.
- Dificultades para aprender nuevas palabras: Les cuesta recordar nombres de objetos o personas.
- Evita actividades que involucren lectura o escritura: Muestra desinterés, frustración o ansiedad hacia tareas escolares que requieren estas habilidades.
- Caligrafía deficiente.
- Incomodidad visual al leer: Palabras borrosas, letras que parecen moverse, sensibilidad al resplandor del fondo blanco de una página.
7 Estrategias de Apoyo para Niños con Dislexia
Con ayuda y el apoyo adecuados, tu hijo puede aprender a leer y escribir bien. Aquí tienes algunas estrategias que puedes implementar en casa, en colaboración con los profesionales:
- Crear un Ambiente de Lectura Positivo: Fomentar la lectura por placer con materiales que interesen al niño (audiolibros, cómics, libros con fuentes grandes y espaciado claro).
- Utilizar Herramientas Multisensoriales: Incorporar actividades que combinen vista, oído, tacto y movimiento para reforzar el aprendizaje de letras, sonidos y palabras. Los niños disléxicos responden mejor a una enseñanza estructurada, acumulativa y multisensorial.
- Establecer Rutinas y Estructuras Claras: Ayudar al niño a organizar su tiempo y tareas de manera efectiva. Dividir tareas grandes en porciones más pequeñas y manejables para que parezcan menos abrumadoras.
- Reforzar Positivamente Sus Logros: Celebrar sus progresos, por pequeños que sean, para aumentar su confianza y autoestima. Felicítalo por sus esfuerzos.
- Colaborar con la Escuela: Trabajar conjuntamente con maestros y orientadores (el coordinador de necesidades docentes especiales) para adaptar el plan educativo a las necesidades del niño. Esto puede incluir tiempo adicional para tareas o formas alternativas de evaluación.
- Fomentar Actividades Extracurriculares: Animar al niño a participar en actividades donde tenga fortalezas (deportes, artes, música) para desarrollar su confianza y autoestima.
- Comunicación Abierta y Aceptación: Habla abiertamente con tu hijo sobre su dislexia, anímale a expresar sus sentimientos y muéstrale modelos a imitar (personas exitosas con dislexia).
La dislexia infantil es un desafío que, con la detección y el apoyo adecuados, no impedirá que nuestros hijos alcancen su máximo potencial. Como padres, desempeñamos un papel fundamental en la identificación de señales y en la implementación de estrategias que faciliten su aprendizaje y bienestar emocional. Recordemos que cada niño es único y merece el apoyo necesario para superar cualquier obstáculo en su camino educativo.
¿Tienes más preguntas sobre cómo apoyar a tu hijo con dislexia en casa o en la escuela?