Cuando hablamos de crisis emocionales, nos referimos a esos momentos en los que nuestras emociones nos sobrepasan y sentimos que hemos perdido el control. Si te preguntas qué es una crisis emocional o buscas entender mejor los tipos de crisis que puede experimentar una persona, este artículo está pensado para ti. Acompáñame mientras exploramos este tema desde una mirada psicológica, empática y basada en evidencia.
¿Qué es una crisis emocional?
Una crisis emocional es una reacción intensa ante una situación que sobrepasa los recursos emocionales y psicológicos de una persona. Se trata de un estado temporal de desequilibrio en el que se experimenta un alto nivel de angustia, confusión o bloqueo emocional, lo cual puede afectar el funcionamiento diario.
Crisis: qué es
Desde la psicología, una crisis se define como una interrupción abrupta en el estado emocional, mental o conductual de una persona, que requiere adaptación urgente. La palabra “crisis” proviene del griego krisis, que significa “decisión” o “cambio”. Es decir, una crisis es también una oportunidad de transformación.
Características de una crisis emocional
- Reacción aguda ante un evento interno o externo
- Sensación de pérdida de control emocional
- Aumento del estrés, ansiedad, tristeza o ira
- Alteraciones en el sueño, apetito o energía
- Necesidad urgente de contención o ayuda

Tipos de crisis emocionales
No todas las crisis emocionales son iguales. En psicología clínica identificamos distintas formas según su origen y manifestación.
1. Crisis situacional
Se produce por eventos inesperados y estresantes, como una pérdida, un despido, una separación o una mudanza. La persona no tiene las herramientas suficientes para afrontar la situación.
Ejemplo: alguien que pierde su empleo de forma repentina y se siente paralizado y desesperanzado.
2. Crisis evolutiva
Aparece durante transiciones propias del ciclo vital, como la adolescencia, la adultez temprana, la maternidad o la jubilación. Aunque esperadas, estas etapas pueden generar ansiedad o confusión.
Ejemplo: un adolescente que no logra adaptarse al cambio de colegio y presenta conductas disruptivas.
3. Crisis existencial
Relacionado con cuestionamientos profundos sobre el sentido de la vida, la identidad o el propósito personal. Suele surgir en momentos de introspección o cambios significativos.
Ejemplo: una persona que, tras varios años de rutina, se siente vacía y desmotivada sin entender por qué.
4. Crisis traumática
Deriva de un evento altamente estresante o traumático, como un accidente, abuso, violencia o catástrofe natural. La crisis se caracteriza por síntomas agudos de ansiedad, miedo o disociación.
Ejemplo: sobrevivir a un accidente de tránsito y no poder dormir o salir de casa por semanas.
Causas comunes de las crisis emocionales
Aunque cada caso es único, algunas causas frecuentes incluyen:
- Duelo o pérdida significativa
- Problemas de pareja o rupturas amorosas
- Estrés laboral o académico
- Enfermedad crónica propia o de un ser querido
- Cambios vitales bruscos (migración, mudanzas, maternidad)
- Trastornos psicológicos no tratados
- Sobrecarga de responsabilidades
La acumulación de pequeños estresores también puede detonar una crisis.
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Síntomas de una crisis emocional
Algunos signos de que podemos estar atravesando una crisis incluyen:
- Llanto frecuente o dificultad para expresar emociones
- Irritabilidad constante o reacciones desproporcionadas
- Problemas para dormir o descansar adecuadamente
- Falta de concentración
- Pérdida de interés en actividades cotidianas
- Pensamientos negativos persistentes
- Aislamiento social
¿Cómo afrontar una crisis emocional?
Como psicóloga clínica, quiero compartirte algunas estrategias terapéuticas y cotidianas que pueden ayudarte a transitar una crisis de forma saludable:
- Acepta lo que estás sintiendo: No hay emociones “malas”. Todas nos informan algo. Aceptar lo que sentimos es el primer paso para empezar a sanar.
- Busca apoyo emocional: Habla con alguien de confianza o busca acompañamiento profesional. La contención emocional es vital durante una crisis.
- Establece rutinas básicas: Dormir bien, alimentarte de forma equilibrada y mantener una rutina ayuda a reducir el caos interno. La estructura externa aporta estabilidad.
- Practica la regulación emocional: Técnicas como la respiración profunda, la escritura terapéutica, el mindfulness o el ejercicio suave pueden ayudarte a regular la activación emocional.
- Identifica los pensamientos automáticos: El enfoque cognitivo-conductual trabaja con los pensamientos que alimentan la crisis. Detectarlos y cuestionarlos permite modificar patrones disfuncionales.
- Marca pequeños objetivos: Cuando todo parece abrumador, centrarse en logros pequeños y concretos puede generar una sensación de control y motivación.
- Evita decisiones impulsivas: Durante una crisis, nuestras emociones nublan la razón. Siempre que sea posible, pospón decisiones importantes hasta sentirte más estable.
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
Si los síntomas persisten por más de dos semanas, interfieren con tu vida diaria o sientes que no puedes manejar la situación por tu cuenta, es momento de buscar acompañamiento terapéutico.
En terapia psicológica trabajamos juntos para:
- Comprender el origen de la crisis
- Desarrollar habilidades de afrontamiento emocional
- Reestructurar pensamientos negativos
- Recuperar el equilibrio mental y emocional
Las crisis emocionales no son el fin del camino, sino una señal de que algo necesita atención. Comprender qué es una crisis emocional, sus causas y cómo gestionarla, nos permite transformar el dolor en crecimiento. Si estás pasando por un momento difícil, no estás solo/a. La ayuda está disponible, y mereces sentirte mejor.