Si estás leyendo esto, es probable que tengas una preocupación profunda en el corazón. Quizás has notado cambios en un ser querido(un hijo, una pareja, un padre) y una voz interna te dice que algo no está bien. Identificar las 10 señales de uso de drogas es el primer paso para entender si esa persona muestra características de una persona adicta. Estas señales, que abarcan cambios físicos, de comportamiento y emocionales, son tu brújula inicial.

Mi nombre es Marcela Quiceno, y como profesional de la psicología clínica, entiendo el miedo y la confusión que puedes sentir. A menudo, en la consulta, las familias me describen esta etapa como “caminar sobre cáscaras de huevo”. Dudan de sí mismas: “¿Estaré exagerando?”, “¿Será solo estrés?”, “¿Es una fase normal?”.
Quiero que sepas algo: tu preocupación es válida. Observar es el primer paso para ayudar. El objetivo de este artículo no es crear alarma, sino ofrecer claridad. Vamos a explorar esas señales de una manera honesta y directa, pero siempre desde la comprensión de que la adicción no es un fallo moral, sino una condición de salud compleja que requiere atención profesional.
Señales que se ven
El cuerpo a menudo registra lo que la mente intenta ocultar. Estas son las señales físicas más comunes que he observado en mi práctica clínica.
1. Cambios drásticos en la apariencia física
No hablo de un mal día. Me refiero a un patrón sostenido de descuido.
- Higiene: Un desinterés marcado por el aseo personal (no bañarse, usar ropa sucia, olor corporal).
- Peso: Pérdida o ganancia de peso inexplicable y rápida. El abuso de estimulantes (como la cocaína o las metanfetaminas) suele suprimir el apetito, mientras que el alcohol o la marihuana pueden aumentarlo.
- Ojos: A menudo son un indicador claro. Pupilas muy dilatadas o contraídas (como un punto), ojos enrojecidos o vidriosos, y movimientos oculares erráticos pueden ser signos de intoxicación reciente.
2. Problemas de salud repentinos o crónicos
El cuerpo se resiente. Presta atención a quejas de salud que antes no existían.
- Fatiga constante o, por el contrario, una energía hiperactiva y nerviosa que no es natural en la persona.
- Problemas nasales(sangrados frecuentes, congestión) si se sospecha de drogas inhaladas.
- Marcas de pinchazos(si se usan agujas), o el uso constante de mangas largas, incluso en climas cálidos, para ocultarlas.
- Temblores, mala coordinación o dificultad para hablar.
3. Alteraciones graves del sueño
El ciclo de sueño/vigilia es uno de los primeros en alterarse.
- Insomnio: Incapacidad para dormir, despertarse a horas extrañas, o pasar noches enteras en vela(común con estimulantes).
- Hipersomnia: Dormir en exceso, a horas inusuales, o una somnolencia extrema durante el día(común con depresores como el alcohol, opiáceos o benzodiacepinas).
Cambios sociales y de conducta
Aquí es donde la familia suele notar las primeras “banderas rojas”. La persona que conocías empieza a actuar de forma diferente.
4. Secretismo, aislamiento y mentiras
Este es, quizás, el signo más doloroso para las familias.
- La persona se vuelve reservada, pasa mucho tiempo encerrada en su habitación o en el baño.
- Las conversaciones telefónicas se vuelven susurros o se cortan abruptamente cuando entras en la habitación.
- Empiezan a mentir sobre dónde han estado, con quién o en qué gastaron el dinero. Esta no es una mentira “maligna” en su origen; es un mecanismo de defensa impulsado por la enfermedad para proteger el consumo.
5. Abandono de intereses y responsabilidades
Lo que antes le apasionaba, ahora queda en segundo plano.
- Anhedonia: Es un término clínico que usamos para describir la incapacidad de sentir placer por actividades que antes eran gratificantes. El fútbol, la música, el trabajo, los amigos… todo pasa a un segundo plano. La droga se convierte en la única fuente de “bienestar”.
- Faltar al trabajo o a la escuela, bajar el rendimiento académico o laboral, y mostrar una apatía general por el futuro.
6. Problemas financieros inexplicables
El consumo de sustancias es caro. Si notas que el dinero desaparece, es una señal de alerta crítica.
- Pedir dinero prestado constantemente sin una razón clara.
- Vender objetos personales o de valor de la casa.
- En casos más avanzados, pueden aparecer problemas legales derivados del intento de financiar el consumo.
7. Cambio de círculo social
De repente, los amigos de toda la vida desaparecen y son reemplazados por un nuevo grupo, a menudo desconocido para la familia y con el que la persona parece tener poco en común, excepto, quizás, el consumo.
Su impacto psicológico
Estas son las características de una persona adicta que reflejan el cambio interno que está sufriendo.
8. Cambios de humor drásticos
La estabilidad emocional se desvanece. La persona puede pasar de la euforia a la irritabilidad o la depresión en cuestión de horas, a menudo sin un desencadenante externo aparente. La irritabilidad y la defensividad se vuelven la norma, especialmente si se les pregunta por su comportamiento.
9. Incapacidad para controlar o reducir el consumo
Aquí entramos en el núcleo de la adicción. La persona puede querer parar, pero descubre que no puede.
- Tolerancia: Necesita consumir más cantidad de la sustancia para obtener el mismo efecto que antes.
- Abstinencia: Experimenta síntomas físicos o psicológicos desagradables cuando intenta dejar de consumir (ansiedad, temblores, náuseas, sudoración).
- Fracaso en los intentos de “controlar” el consumo (por ejemplo, “hoy solo tomaré una cerveza” y termina bebiendo diez).
10. Negación y justificación
“Yo controlo”, “No es para tanto”, “Lo hago porque estoy estresado”, “Tú tienes la culpa por presionarme”. La negación es el mecanismo de defensa principal de la adicción. La persona no puede (o no quiere) ver la magnitud del problema, y culpar a otros es más fácil que enfrentar la realidad del consumo.
¿Cuándo se vuelve adicción?
Ver una o dos de estas señales de forma aislada puede no significar nada. Sin embargo, cuando observas un patrón, varias señales que persisten y empeoran con el tiempo, estamos hablando de algo más serio que un simple “uso de drogas”.
La adicción, según el DSM-5(el manual diagnóstico que usamos en salud mental), se define por la compulsión, la pérdida de control y la continuación del consumo a pesar de las consecuencias negativas evidentes. No es una elección; es una enfermedad que afecta la neurobiología del cerebro, secuestrando los sistemas de recompensa y de toma de decisiones.
El valor de actuar a tiempo
Si has asentido con la cabeza mientras leías esta lista, sé que puedes estar aterrado o aterrada. Pero déjame decirte algo con la certeza de años de experiencia: la detección temprana es la herramienta más poderosa que tenemos. Actuar ahora puede evitar un sufrimiento inmenso, tanto para la persona como para la familia.
¿Internamiento o tratamiento ambulatorio?
Muchas familias creen que la única solución es un internamiento. Y aunque algunos casos graves lo requieren, en la gran mayoría de las situaciones, un tratamiento ambulatorio (sin internamiento) no solo es viable, sino a menudo preferible.
En mi práctica, he visto cómo un tratamiento ambulatorio bien estructurado permite a la persona sanar mientras mantiene sus redes de apoyo. Internar a alguien innecesariamente puede ser contraproducente. Puede generar estigma, culpa y una profunda alienación familiar. Además, muchos centros de internamiento no regulados pueden ser entornos inseguros.
Un tratamiento ambulatorio profesional, permite al paciente:
- Continuar con su vida laboral o académica.
- Dormir en su casa y mantener sus vínculos familiares (que son clave en la recuperación).
- Recibir terapia de alta calidad de forma discreta y segura.
- Evitar los costos elevados de clínicas premium (como Oceánica o Monte Fénix si te encuentras en MX) y los riesgos de los anexos.
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Reconocer estas 10 señales de uso de drogas es un acto de amor, aunque duela. No minimices lo que estás viendo. Pero tampoco dejes que el pánico te paralice.
Si has identificado varias de estas características en tu ser querido, no esperes a que el problema se convierta en una crisis inmanejable. Buscar orientación profesional no es una señal de fracaso; es el primer paso valiente hacia la recuperación.
Fuentes
- American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.). Arlington, VA: American Psychiatric Publishing.
- National Institute on Drug Abuse (NIDA). (2020). Signs of Drug Use and Addiction. Recuperado de www.drugabuse.gov
- Organización Mundial de la Salud (OMS). (2018). Trastornos por uso de sustancias. Recuperado de www.who.int